Las pruebas prenatales no invasivas son una alternativa segura y fiable para detectar alteraciones cromosómicas en el feto durante el embarazo. Estas pruebas se realizan a través de una muestra de sangre de la madre y permiten detectar enfermedades genéticas como el síndrome de Down, el síndrome de Edwards y el síndrome de Patau, entre otras. Además, su alta sensibilidad y especificidad hacen que sean una herramienta muy valiosa para la detección temprana de estas patologías, lo que puede ayudar a los padres a tomar decisiones informadas sobre la gestación y el cuidado del futuro bebé